Título original: Matchstick men

Dirección: Ridley Scott

País: Estados Unidos

Año: 2003

Duración: 116 min.

Género: Criminal, Drama, Thriller, Comedia

Reparto: Nicolas Cage, Sam Rockwell, Alison Lohman, Bruce Altman, Bruce McGill, Jenny O'Hara, Steve Eastin, Beth Grant, Sheila Kelley, Fran Kranz, Tim Kelleher, Nigel Gibbs, Bill Saito, Tim Maculan, Stoney Westmoreland, Lynn Ann Leveridge, Giannina Facio, Sonya Eddy, Michael Clossin, Kim Cassidy, Paul Hubbard, Monnae Michaell, Dennis Anderson, Marco Kyris, Jerry Hauck, Jim Zulevic, Ramsey Malouky, Andi Sherrill, Kate Steele, Adam Clark, Daniel Villarreal, Marco Assante

Guión: Nick Griffin, Ted Griffin

Distribuidora: Warner Sogefilms S.A.

Productora: Warner Bros. Pictures, ImageMovers, Scott Free Productions, Rickshaw Productions, LivePlanet, HorsePower Entertainment

Fotografía: John Mathieson

Guión: Nick Griffin, Ted Griffin

  

Roy es una persona que sufre de agorafobia (temor obsesivo ante los espacios abiertos o descubiertos) y para ello se medica. Él y su amigo se dedican a vender filtros de agua a la gente por teléfono. En realidad engañan a los clientes con premios como viajes o dinero. Les dicen que no tendrán que pagar los impuestos del premio y que deberían darle la información necesaria para llevar a cabo la operación. En uno de los casos, la víctima del fraude es una mujer a la que convencieron con un viaje a París.

Como ya hemos dicho, Roy tiene una enfermedad, por la cual necesita tomar pastillas para controlarla. Un día pierde esas pastillas, se le caen. Cuando decide contactar con su médico para conseguir más pastillas, resulta que este se había ido. Por tanto, tiene que ir al psiquiatra. Le cuenta al psiquiatra, Dr. Klein, que tiene agorafobia. Además, tiene manías por la limpieza (algo que observamos cuando lo visita su amigo al no responder a sus llamadas), tiene un tic nervioso y lleva mucho tiempo sin tener relaciones personales. Le cuenta sobre un supuesto embarazo de su antigua mujer, pero dice no saber si es verdad dicho embarazo. El psiquiatra le receta nuevas pastillas y se pone en contacto con la exmujer de Roy, descubriendo que tiene una hija. La hija (Ángela) dispuesta a conocer a su padre, cede a quedar con él. Un día, Ángela descubre la profesión de Roy y un arma escondida en su casa. En este caso, Roy decide contarle algunas formas de engañar a la gente. Su compañero de trabajo, Frank, convence a Roy para ir un paso más allá y engañar a un hombre con dinero. Cuando ocurre la estafa, en el aeropuerto son descubiertos por la víctima a la que estafan pero consiguen escapar. Finalmente, éste los descubre en casa de Roy, los amenaza y los golpea. Tras varios sucesos, y tras el deseo de que le devuelvan el dinero, Ángela lo acaba matando. Cuando Roy se acerca al cuerpo, recibe un golpe en la cabeza ya que el estafado no estaba muerto.

Roy, después de todo, despierta en un hospital. Una vez allí contacta con su médico y le pide ayuda para salir del país. Le da su información del banco. Más tarde, Roy se da cuenta de que no está en un hospital. Cuando va a buscar a su médico, éste no está. No encuentra el dinero. Y descubre que su compañero lo había traicionado. Le había estado engañando, y había estado preparando todo. Tanto el “doctor” como la “hija” y el “estafado” eran cómplices, personas contratadas. Entonces, decide descubrir si de verdad tiene una hija o no. Habla con su mujer y le cuenta que murió en el parto.

Roy empieza a trabajar en una tienda y se compromete con la encargada del supermercado. Un día entra Ángela y éste le pregunta por Frank. Ella le cuenta que al final Frank los engañó a todos y que se quedó con la mayor parte del dinero.

La agorafobia, sufrida por el protagonista de la película, Roy, es un trastorno de ansiedad que consiste en el miedo a las situaciones cuya evitación es difícil o embarazosa, o donde no se puede recibir ayuda en caso de sufrir una crisis de pánico. El trastorno puede ser generado por una experiencia negativa. Al querer evitar las situaciones parecidas se desarrolla un mecanismo de aprendizaje que hace permanecer el problema. Contra este problema, existe el tratamiento cognitivo-conductual. Se basa en someter al paciente a una exposición gradual a las situaciones que típicamente le provocan la ansiedad. Se puede dar acompañado de otros trastornos como la enoclofobia, que es la fobia a estar rodeado de gente. El agorafóbico tiende a evitar situaciones que puedan producir ansiedad como estar en lugares públicos o amplios o simplemente salir de casa.

Además, en el protagonista se observa el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Es un trastorno de ansiedad, caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, dirigidas a reducir la ansiedad asociada.

Ángela es una divertida y despreocupada adolescente. Aunque creo que cualquier persona reaccionaría diferente al ver a su padre por primera vez en su vida, su actitud relajada y humorística nos hace olvidar este detalle. Pero no todo es alegría para Ángela, porque también logra mostrar aspectos más complejos de su personalidad, como por ejemplo luego de su pelea con su madre o en los momentos de discusión con su progenitor. Frank es el compañero de Roy, y se lo muestra como un hombre sensato, pero que también se siente indiferente con respecto a la amoralidad de su profesión. Por último está el doctor Harris, paternal y eficaz, parece ser alguien que comprende la complejidad psicológica de Roy.

De la película se pueden extraer varias conclusiones. Entre otras cosas, podemos aprender y ver que a veces actuamos de tal forma que no nos gustaría que nos trataran a nosotros. Actuamos muchas veces de forma irracional. No somos conscientes de las consecuencias que puedan llevar nuestros actos sobre las demás personas. Por ello, debemos actuar con los demás de la forma que nos gustaría que ellos actuaran con nosotros. Seguro que Roy no se sentiría muy bien cuando descubrió haber sido estafado, del mismo modo que él había estafado a otras muchas personas durante mucho tiempo. Es entonces cuando descubres lo que se siente cuando te lo hacen, que dejas de actuar así, porque comprendemos que no sienta bien. Por tanto, debemos cuidar nuestras acciones, pues en un futuro nos las pueden jugar a nosotros y los que están hoy siendo nuestros cómplices, pueden llegar a ser nuestros peores enemigos.

Ana Contreras - 2º BCT